La década de los años 2000-2010 fue aquella en la que todos perdimos la inocencia en internet. Fueron los años en los que muchos pasábamos noches enteras leyendo webs, posteando en foros, y hablando desde el anonimato en chats sobre temas tabú como el sexo.
Una de las páginas webs más exitosas que se atrevió a hablar de sexo abiertamente fue Putalocura.com. En esa web se mezclaba el porno, el sexo y el cachondeo padre. Allí un buen día, creé un “Consultorio Sexual Freak” totalmente disparatado donde toda la gente joven me hacía preguntas relacionadas con el sexo y yo las contestaba.
Me escribían a mí que por entonces me dedicaba al porno, porque creían que podía resolver todas sus dudas. Vamos, que ni era sexólogo ni geriatra, ni su puta madre, tan solo un tío que había follado con unas cuantas porque me dedicaba al porno, y que había usado el sentido común todo el rato. Al estar en contacto con el sexo todos los días, algo de experiencia cogí, pero tampoco era un sabio. Lo cierto es que la gente creyó en mi, y yo no les defraudé. Empecé contestando a algunos así en plan cachondeo, y acabé solucionando autenticos dramas y problemas reales totalmente en serio. Era gente que se notaba que sufría porque no encontraba solución a sus problemas, y creían que yo podría ayudarles de alguna manera. Y sí, a veces mis consejos eran buenos, pero la mayor parte del tiempo me la pasaba haciendo el chorra y soltando disparates, o diciéndole el clásico “cambia de novio”. A veces me daban pena y les aconsejaba en serio, pero la mayoría es un despiporre y una sucesión de barbaridades dichas por boca de Remigio, mi alter ego, un personaje burdo y soez.
Una de las joyas de este libro son las consultas que me hace la gente. Las he dejado tal como las recibí, es decir, no he cambiado ninguna coma, ni he corregido las faltas ortográficas, están como son. Me encantan, porque la gente cuenta sus problemas y sus inquietudes tal como les sale, sin pelos en la lengua. Algunos me piden rapidez en la respuesta porque están en medio de ese problema. Es alucinante jaja.
La gente se comunicaba en aquellos años por SMS o por Messenger. No existía el WhatsApp. Es digno de mención la infinidad de faltas ortográficas que abundan en las consultas hechas por la gente, y cómo reducían las palabras a su mínima expresión porque los sms te cobraban por palabra enviada. He preferido dejarlo todo así, sin corregir nada, para que os hagáis una idea de cómo escribían los adolescentes en aquellos años. Tremendo. Os van a sangrar los ojos, pero así era como se escribía por entonces, y todo por culpa de los sms, que te obligaba a reducir las palabras para que no costase el sms mucho dinero. Menos mal que sacaron el WhatsApp porque si esto hubiera seguido así el idioma español se iba a tomar por culo.
El consultorio duró apenas 5 años. Del 2003 al 2008. Terminó por hartazgo, porque a partir de 2009 mi web creció tanto que ya no tenía tiempo apenas de escribir, y porque se repetían una y otra vez las mismas consultas. Ya no tenía razón de ser el Consultorio, se había dicho todo.
Este libro lo intenté publicar allá por 2011, pero por diversas razones no salió y quedó en un cajón. Por fin sale a la luz con todas las consultas hechas en todos aquellos años. Algunas consultas no tienen desperdicio, son maravillosas, otras están llenas de “nsiedad, de surrealismo, otras son micro relatos porno. He disfrutado mucho leyéndolo todo de nuevo. Hay auténticas joyas. En fin, un documento fantástico que muestra crudamente cómo eran y cómo pensaban aquellos adolescentes de aquella década de 2000-2010.
Recupero el texto tal como apareció de aquel primer consultorio públicado en la web Putalocura.com, que apareció a principios de 2003 por primera vez:
“Desde mi humilde y precario conocimiento sexual, voy a aconsejar a aquellos y aquellas que quieran saber o tengan dudas sexuales, con sinceridad, con preguntas y respuestas que no se ven en los medios de comunicación comunes, dícese revistas para mujeres, programas de radio super modernikis, o espacios televisivos que intentan hablar de sexo, por no hablar de las escritoras de libros sobre sexo que llevan de invitadas a programas de tv y suelen soltar consejillos absurdos sobre lo que ellas entienden como una sexualidad sana, que suele ser lo que nos contaban nuestras abuelas.
El sexo cambia y evoluciona y en Putalocura, los navegantes tienen la palabra, todo aquel que quiera saber que cojones le pasa a su entrepierna, o que coño le pasa a su coño, que me lo digan o me lo cuenten, que yo respondere de la mejor manera posible.
Intentad no enrollaros demasiado en las preguntas y poned siempre el nombre, edad y ciudad de origen, enviadlo a [email protected].
Vamos con los valientes que han decidido romper el hielo preguntando al tío Torbe”.
Y a partir de ahí empezaron a venir consultas y más consultas. Fue una etapa muy divertida y reconozco que incluso me follé a alguna gracias a esto. Pero eso es otra historia que daría para otro libro, jaja. Disfrutad de este consultorio tan marciano.
Torbe
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